La vergüenza de Bahrein

Esta carrera no ayuda a la imagen de la F1

Imagen panorámica del circuito de Bahrein/ lainformacion.com/ EFE

Imagen panorámica del circuito de Bahrein/ lainformacion.com/ EFE

 

La Fórmula 1 se dispone este fin de semana a disputar el Gran Premio de Bahréin. Ésta no será una carrera más; transcurrirá envuelta en un levantamiento popular que en nada va a ayudar a la imagen de la categoría reina del automovilismo.

Bernie Ecclestone no es precisamente una persona a la que le tiemble el pulso a la hora de tomar decisiones, y menos si hay dinero en juego. Mientras el pueblo bahreiní lucha por alcanzar sus derechos fundamentales, el capo de la F1 enchufará la máquina de hacer billetes e ignorará la presión popular. Como es bien sabido, si cancela la carrera dejará de ingresar 40 millones de euros.

Está claro que no es una actitud aislada en la F1. El Gran Circo está repleto de ejemplos que generan dolor con sólo pensarlos: Sudáfrica, China, Argentina… Sin embargo, hay una gran diferencia entre la situación actual y los otros tres casos citados: la explosión de Internet y las redes sociales. Un mundo al que Ecclestone parece tener pavor, y que es capaz de romper con la censura propia de este tipo de países. Gracias a estos nuevos canales de comunicación, la sociedad es más consciente que nunca de la situación que se está viviendo en Bahréin, lo cual deja aún más en evidencia a la F1.

Por primera vez en muchos años, el ruido de los motores no será el protagonista durante la carrera. El clamor de un pueblo luchando por una vida más digna alcanzará un eco internacional que separará más aun a la F1 del deporte. De seguir por este camino, Bernie tendrá a corto plazo el 'deporte' con mayor capacidad de generación de ingresos del mundo a costa de una imagen de indiferencia que será muy difícil de cambiar en un futuro.

Sígueme en Twitter: @frasky27