Las cinco subidas al Mont Ventoux

Es la subida de clásicos más importante de Europa

Repsol Classic Team

Repsol Classic Team

Javier Ortega, a los mandos de su Jaguar E Type Competición, consiguió superar a Carlos de Miguel y su Elva MK7 en la última de las cinco subidas al Mont Ventoux, la carrera en cuesta de automóviles clásicos más importante de Europa.

Los dos pilotos del Repsol Classic Team mantuvieron su duelo hasta el último momento y el equipo resultó la primera escudería internacional clasificada.

La mítica montaña situada en los alrededores de Avignon es, además de un lugar de peregrinación para ciclistas de todo el mundo, la carrera en cuesta más importante del calendario de coches históricos, ya que la competición automovilística en esta subida se remonta a principios del siglo pasado.

Una carrera a la que se presentaron un centenar de competidores con los mejores coches clásicos de Europa. La representación española se componía de diez participantes, cinco de los cuales eran del equipo Repsol Classic, que resultó la escudería más galardonada.

Javier Ortega  y Carlos de Miguel protagonizaron, dentro de la clase de coches históricos anteriores a 1965, un duelo que duró todo el fin de semana. La carrera se componía de cinco ascensiones hasta la cumbre, cada una de ellas de más de 16 kilómetros de desarrollo.

De Miguel consiguió una pequeña ventaja de nueve segundos en la primera subida, ventaja que fue limando Ortega poco a poco hasta el punto de que ambos pilotos tomaron la salida en la última manga separados sólo por un segundo. Ortega realizó una ascensión impecable que le proporcionó una ventaja de siete segundos y le permitió alzarse hasta la cuarta posición final, por detrás del poderoso Ford GT40 del inglés Mason Styron.

La lucha en el cronómetro era tan apretada entre todos los participantes que este corto espacio de tiempo relegó a De Miguel hasta la séptima plaza de la clasificación. Más atrás de situó el Ferrari 275 de Camilo Steuer, mientras que Miguel Arias (Alpine 1,6) y Tomás Steuer (Fiat 124 Abarth) se vieron obligados al abandono por sendos problemas de calentamiento de sus motores, que sufrieron especialmente en un fin de semana de altísimas temperaturas.