El niño mimado

Sugiere la existencia de un comité

La caída de Stoner y Rossi en Jerez

La caída de Stoner y Rossi en Jerez

Se quejaba Casey Stoner tras la carrera del domingo en Jerez de que los pilotos que compiten contra Valentino Rossi tienen trabajo doble. No sólo deben batirle a él, sino también a quienes le echan una mano sin exigir nada a cambio.

Fue el caso del gran premio de España. Y, se lamentaba el australiano, no es la primera vez que ocurre. Todos, comisarios o no, tienen a sus favoritos. Y ya se sabe, en las motos, es Rossi quien aglutina una masa ingente de devotos. Se los ha ganado a golpe de título, sí. Es por eso que no debería necesitar ayudas que a otros se le niegan.

En el circuito andaluz, el nueve veces campeón del mundo se llevó puesto al australiano. Un grupo de, mínimo, cinco comisarios corrió a empujar al italiano mientras el piloto de Honda trataba de enderezar su moto. Les dio un grito. "Ayudadme a mí también", reclamaba. Y, cuando la Ducati roja y amarilla ya había vuelto a pista, se giraron a atenderlo. Echaron un vistazo y como vieron que su moto no estaba encendida se retiraron. Solo uno de ellos permaneció allí, tratando de arreglar semejante desaguisado. Cuatro manos eran muy pocas
manos.

Stoner aplaude a Rossi

No es la primera vez que algo así ocurre en una pista de velocidad, en MotoGP o en la Fórmula 1, ni será la última. Pero, ¿cómo solucionarlo? Los comisarios de pista son más fanáticos del deporte e, incluso, de un deportista en concreto, que profesionales. Es difícil controlar ciertos impulsos. Es posible que, entre las prisas y la emoción de codearse con 'Il Dottore', ni siquiera se percataran del agravio comparativo que estaban cometiendo. ¿Debería exigírseles mucho más? Seguramente. ¿Cómo hacerlo? Stoner propuso, al menos, la existencia de un comité de árbitros, dos o tres comisarios, encargados de poner un poco de orden, de fijar unas normas y exigir un rendimiento mínimo en todos los circuitos del mundial. No es mala idea. Además, miró directamente a los responsables: al FIM, la Comisión de Seguridad y Dorna.

Su protesta no fue la única en Jerez: Fausto Gresini, que tiene en su equipo a Marco Simoncelli, se quejó de lo mismo, de la desatención total de los comisarios cuando su piloto, que lideraba la prueba, se dio de bruces contra el suelo. Nadie acudió en su ayuda. Es uno de los mejores amigos de Rossi, pero no es Rossi, el niño mimado del motociclismo.