El campeón incansable
Biaggi sigue optando al mundial con 40 años
Max Biaggi /lainformacion.com /Getty Images
La temporada pasada de las Superbikes vivió un escenario similar al de MotoGP. Si en este campeonato, organizado por una empresa de España, vencieron tres pilotos españoles, en Superbikes, una competición regida por italianos, un piloto de Italia se convirtió en el campeón.
Max Biaggi cumplió el sueño de todos los aficionados al motociclismo del país transalpino. Con una Aprilia, también italiana, consiguió conquistar para su país en la pista de Imola el primer título de un mundial tradicionalmente dominado por estadounidenses y australianos. Ahora luce orgulloso el dorsal número 1 por los circuitos, aunque su estreno este año no fue el mejor posible.
El veterano piloto, que cumplirá 40 años en junio, llevó la Aprilia RSV4 Factory a lo más alto en 2010. Por fin conseguía ganar un campeonato del máximo nivel. Anteriormente había vencido en cuatro ocasiones en 250. Luego subió a 500, incluso corrió en MotoGP, pero ahí vivió siempre a la sombra de Rossi.
El italiano siempre ha sido su máximo rival desde que en 1997 este se burlara de la relación entre Biaggi y Naomi Campbell subiendo al podio con una muñeca hinchable con el nombre de Claudia Schiffer.En la pista, protagonizaron grandes piques:
Biaggi nunca consiguió triunfar en la máxima categoría. Harto de no poder pasar del segundo puesto, cambió las motos punteras de MotoGP por las derivadas de serie de Superbikes. Diecisiete podios en su primer año dieron buena fe de que este italiano había llegado al campeonato con la intención de ganarlo y no para disfrutar de un retiro dorado.
Sin embargo, James Toseland le superó casi siempre en pista, aunque se llevó el título por pocos puntos. 2008 y 2009 fueron unos años más tranquilos, en los que se llegó a intuir una pérdida de ritmo y de reflejos. Se acercaba el final, pero todo cambió con el campeonato de 2010. Sus dos primeras poles en cuatro años, los 14 podios y las 10 victorias le dieron por fin el título.
Se inició en 1991 en el mundial con una Aprilia, la moto que ha vuelto a coger en sus últimos días en las carreras. Con ella ganó sus primeros tres títulos mundiales, y el último hasta la fecha. Ha tenido destellos de grandeza: es, por ejemplo, el único piloto que ha ganado su primera carrera en 500 y en Superbikes, y junto a John Kocinsky, es el único con un título de Superbikes y otro del mundial de MotoGP.
Ahora, con Carlos Checa en estado de gracia, Biaggi deberá esforzarse al máximo. Se mostró satisfecho con los dos segundos puestos logrados en Australia, pero él es un campeón. Quiere venganza, y a ser posible, cuanto antes. Su objetivo: revalidar su número 1.
Es extraño que este piloto, fiel al número tres en su carenado desde principios de su carrera, haya pasado a usar el uno y abandonar su sempiterno 3. Querer agradar a sus fans, que tanto habían esperado ese momento, y darle a Aprilia la capacidad de presumir de su primera gran satisfacción jugaron a favor del uno.
Tiene como mínimo dos años de contrato con la marca italiana, así que llegará a correr con 42 años. Es el rival a batir, aunque él sigue tan hambriento de éxitos como siempre. Ahora que ha recordado cómo se ganan carreras, nadie podrá pararle.
