El más joven de la historia

El WTCC empieza en Brasil con un nuevo participante

Pepe Oriola

Pepe Oriola

El sueño de muchos jóvenes con el motor y las cuatro ruedas en la sangre es llegar a la Fórmula 1. No importa que sea una categoría casi inaccesible, a la que no llegan más que 24 personas en todo el mundo: la Fórmula 1 es el objetivo.

Otros más sensatos son conscientes de que no todo el mundo cabe en la categoría de los monoplazas más avanzados del mundo, y buscan otra salida, quizá menos conocida, pero igual de válida para pilotos de alto nivel. Este es el caso de Pepe Oriola, un joven español nacido en 1994. Con 16 años, a pocos meses de cumplir 17, cuando muchos pilotos están todavía en el karting, él va a debutar este fin de semana en el Mundial de Turismos (WTCC).

El circuito de Curitiba, en Brasil, será el escenario en el que debute el piloto más joven de toda la historia de este campeonato auspiciado por la FIA. 16 años, 8 meses y 11 días es la cifra que marcará el catalán en los registros del campeonato mundial de turismos.

Oriola tiene ante sí once citas, repartidas a lo largo de tres continentes, en las que poder optar a convertirse en el mejor piloto independiente con el Seat León de la escudería Sunred. El español aprende rápido y ya el año pasado vivió con la marca española la Supercopa y la Eurocopa Seat León.

Todavía está estudiando primero de bachillerato, el penúltimo curso antes de la universidad, pero en el automovilismo ya sabe más que muchos. Lleva desde los nueve años en el karting, pero de eso hace únicamente siete. Ya ha ganado una carrera con un turismo, el pasado año en Brands Hatch. Y ha sido cuarto de la Eurocopa Seat León.

En el aprendizaje de los circuitos estará acompañado por el también español Javi Villa, que correrá con el BMW del equipo Proteam, y que luchará también con él por el trofeo de los pilotos independientes. En la pista, 20 pilotos más, de 14 nacionalidades, serán los rivales de este piloto que va a marcar récords desde el primer día en su nueva categoría.

El Mundial de Turismos reúne a coches de cuatro marcas distintas (SEAT, Chevrolet, BMW y Volvo) y está adquiriendo importancia en la escena automovilística con el paso de los años, aunque está a años luz de su auténtico "enemigo", el DTM. Por lo menos ya ha conseguido atraer a pilotos que prefieren olvidar la Fórmula 1 como destino ideal.