¿Qué pasará con McLaren?
Ha probado menos que los favoritos
McLaren
Australia abrirá un año más de Fórmula 1, en el que parece que uno de los favoritos se ha descolgado antes de tiempo. De Red Bull, Ferrari y McLaren se espera lo máximo en una temporada que difícilmente superará en emoción a la anterior. A priori, es complicado elegir entre uno de los tres como el dominador de la temporada, pero en McLaren se han empeñado en descartarse de la lucha.
El MP4-26 de McLaren parecía, antes de su presentación, el monoplaza definitivo. El que iba a dominar esta temporada en la Fórmula 1, el que iba a suceder al Brawn GP 001 de Brawn en 2009 o al RB7 de Red Bull en 2010. ¿La razón? Se iba a presentar un día después del primer entrenamiento de la pretemporada.
Si teniendo 15 días de entrenamientos, los encargados de McLaren dejaban pasar los tres primeros días sin probar con su nuevo coche, era porque estaban convencidos de que no les hacía falta, porque estaban convencidos de su potencia o porque tenían algo que esconder. En los tres primeros días de la pretemporada, tanto Lewis Hamilton como Jenson Button probaron con el monoplaza del año pasado.
Llegó el día de la presentación, el pasado 4 de febrero en Berlín, y se vio la sorpresa que guardaba el nuevo monoplaza de los británicos. De todas las esquinas del escenario iban trayendo las partes del monoplaza y alguien trajo los pontones laterales, unos pontones con forma de L.
Los dos pilotos posaban así de sonrientes ante el monoplaza el día de la presentación. La especulación creció por momentos: o era la gran solución, que les llevaba al título mundial casi sin despeinarse... o era un estrepitoso fracaso. Y ahora mismo, va camino de ello, por las señales que ha dado el equipo en los tres entrenamientos posteriores a la presentación.
Han sido doce días de preparación con el nuevo coche, doce jornadas de ocho horas diarias durante las cuales la oficina del equipo ha estado casi siempre vacía. Mientras Ferrari y Red Bull han sumado más de mil kilómetros de pruebas entre Jerez y Montmeló, los británicos llevan menos de 800.
Está claro que van a empezar el año más retrasados que sus máximos rivales. Lewis Hamilton declaró hace pocos días que en Australia, la primera carrera del año tras la suspensión del GP de Bahréin, el objetivo era el podio. Ni siquiera piensan en la victoria. El conformismo está vetado en una categoría del máximo nivel como es la Fórmula, pero los McLaren parecen abocados a esta sensación.
En los entrenamientos, el mejor puesto ha sido un séptimo, lejos de las pretensiones de un equipo ganador. Pero lo peor ha sido la pérdida de minutos de test por problemas de fiabilidad. Cierran la clasificación por el número de kilómetros recorridos, si descontamos a los jóvenes y poco fiables Lotus, Virgin e Hispania.
Los signos de debilidad de McLaren son evidentes. Hasta Jerome d'Ambrosio, piloto recién llegado a la categoría, ha probado más que los británicos. Teniendo un coche competitivo, McLaren podría optar a los dos títulos, al de pilotos y al de constructores. Con dos campeones del mundo en sus filas, el equipo es el más completo en términos de sus pilotos.
Sin embargo, parece que en la fábrica de Woking no han dado con la tecla adecuada y van a comenzar el año a remolque. Dejar escapar puntos desde el principio de la temporada no es la mejor forma de proclamarse campeón. Exceptuando a Vettel en 2010, durante toda la década el piloto que empezó ganando las primeras carreras acabó como campeón.
No cabe duda de que los ingleses sabrán reaccionar. Presupuesto y ganas no les faltan. Terminarán acercándose a Ferrari y Red Bull a lo largo de la temporada, antes o después, pero quizá lleguen demasiado tarde a la cita con el título.